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China, de exportación a consumo interno

12/03/2012

Hoy parece que todas las noticias se centran en China así que no voy a ser menos…

Ayer leía una noticia en The Economist titulado “El fin de la China barata” en el que se trata sobre la subida de los costes laborales en China y como la ventaja competitiva de montar una fábrica allí se ha reducido considerablemente (que no desaparecido). Como anécdota comentar que el autor de un libro titulado exactamente igual ha ido contactando con todos los que hemos referenciado el artículo para “quejarse” de que no le hayan mencionado aún habiendo estado en contacto con el semanario en los últimos meses. Adjunto el enlace al libro en amazon por si alguien tiene interés en leerlo: http://t.co/VRfIV4sv

Y hoy mismo escriben un artículo tratando el mismo tema en Cotizalia.com titulado China quiere dejar atrás el modelo “low cost”

Recomiendo la lectura de ambos artículos porque están muy bien explicados. El tema que se trata en ambos casos, aunque más claramente en artículo “nacional”, es el giro estratégico de China de reorientar su crecimiento hacia el consumo interno y no únicamente en la exportación. Evidentemente es un objetivo claro desde hace muchos años de los gobernantes chinos pero se ven ahora más apremiados por la caída del consumo en Europa y USA.

Dicho esto me gustaría aportar mi granito de arena a todo lo escrito en esos artículos:

  1. Si China vende menos al exterior habrá una disminución de los dólares “reinvertidos” en deuda norteamericana. Esto pone en aprietos a los USA en un momento en que su déficit no baja del 10% del PIB (o aproximadamente 1.000.000.000.000 dólares al año). Esto ha motivado, entre otras cosas, que la Reserva Federal ya sea la mayor poseedora de deuda pública norteamericana. Si esto continúa a estas velocidad, ¿seguirá siendo el dólar una moneda “fiable” en unos años?
  2. El impacto en los países productores de materias primas no debería ser especialmente significativo ya que la producción de las fábricas no se paraliza, únicamente se redirige al mercado interno. Además, la diversificación de las reservas de China implica la utilización de los dólares para comprar materias primas a medio y largo plazo.
  3. La reindustrialización de los países desarrollados que han perdido fábricas en los últimos 15 años es complicada ya que, a pesar de todo, la industria y las infraestructuras Chinas están enfocada a la exportación (al igual que lo están Alemania y Japón). Esto implica que podemos esperar un proceso de mejora interna (eficiencia y calidad/innovación de producto) que les permita seguir siendo muy competitivos aún con una moneda más fuerte o mayores costes laborales.

En definitiva, estamos asistiendo al fin de la hegemonía monopolística norteamericana. Todos los imperios han sido limitados en el tiempo y su proceso de decadencia no ha sido inmediato sino que se ha prolongado durante muchos años por lo que no debe sorprendernos (y tampoco pillarnos desprevenidos). También es de esperar que Rusia, con la vuelta de Putin, intente volver a ser un peso pesado en la escena internacional pero la verdad tengo mis serias dudas de que consigan algo, son poco serios.

Salvo una revolución interna en China vamos claramente hacia un mundo multipolar con el centro de gravedad en el lejano oriente y con mucho menor peso de USA y Europa en los organismos internacionales (creados por ellos tras la segunda guerra mundial así que también veremos muchos cambios en las estructuras de estos organismos o su desaparición). Y pareja a esa pérdida de influencia de los viejos poderes sus sociedades sufrirán un retroceso en la denominada “sociedad del bienestar” que implicará una racionalización del consumo y una exigencia de mayor productividad así que ya podemos ir preparándonos.

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